Las 39 semanas que dura teóricamente un embarazo pueden tener muchos altibajos entre molestias, hormonas, dudas, incertidumbres... No pretendo dar envidia pero yo personalmente no me puedo quejar en absoluto ya que mi embarazo no me dio prácticamente ni una molestia, excepto el ardor de vez en cuando y la hinchazón en la recta final. Por lo demás hice vida completamente normal, tanto que incluso aprovechamos para irnos de viaje a Tailandia y Bali. Aunque la gran mayoría nos tachó de locos para nosotros fue una experiencia increíble. Desde luego será un viaje inolvidable y posiblemente el más especial de todos en nuestras vidas porque esta lleno de recuerdos y buenos momentos.
Seguido del viaje nos confirmaron que el pitxon era una niña y lo más importante, que estaba sanísima. Un poco más adelante nos hicimos la eco4D, impresionante lo bien que se les ve. En esta ocasión mi peque nos dedico una sonrisa, un pucherito y hasta un bostezo. Salimos un poco más enamorados de ella si cabe pero viéndola tan perfecta ahí y tan cerca del día X cada día se nos hacía más eterna la espera.
Una de tantas ideas que tenía en la cabeza dando vueltas era el belly painting. Básicamente se trata de pintar la panza cuando está en su mayor apogeo y hacer un reportaje. Ni corta ni perezosa me puse manos a la obra con la ayuda de mi amiga y tía postiza Nay. Elegí un dibujo con la flor de loto por el significado de esta y lo traspasamos a la piel.
Por si alguna se anima es un proceso muy sencillo, tan sólo tenéis que imprimir la imagen deseada en un folio de papel cebolla (del transparente ), repasar el dibujo con un rotulador, daros en la piel alcohol o un desodorante que lo contenga y apoyar el papel haciendo un pequeño masaje. En breves veréis que la tinta del rotulador pasa a la piel fácilmente. En mi caso para obtener un resultado aún mejor repasamos todo el dibujo con un eyeliner negro. Y ya está !!! A sacarse fotitos de recuerdo para un futuro.
